No, puede que no sea tan sencillo como la típica frase de “come menos y muévete más “. Vivimos estresados, eso es una realidad. Todos tenemos fuentes de estrés en nuestra vida procedentes del trabajo, una situación laboral que no mejora, vida ajetreada, un día a día que no nos motiva y nos lleva a la monotonía o preocupación por el futuro. Algunos de estos factores están al alcance de nuestra mano modificarlos, aunque otros desgraciadamente no.

Esta situación puede ser el motivo por el que no pierdes peso y te voy a contar porqué. – El estrés generado en nuestras vidas hace que busquemos el placer que nuestro día a día no nos proporciona. No solo eso, sino que, además, el estrés disminuye nuestra fuerza de voluntad en gran medida. Y… ¿Adivináis qué? La comida ultraprocesada (bollería, magdalenas, dulces, pizzas…) nos da placer, porque está hecha con esa función, no para mejorar nuestra salud, sino para que comamos sin parar.

Pero aún hay más. Estemos en el lugar que estemos, ya sea en nuestra casa, trabajo, en la calle, o, en definitiva, en cualquier lado, vamos a tener la posibilidad de llevarnos a la boca algún alimento con estas características que hemos dicho anteriormente, y lo vamos a comer en exceso. – Mucho estrés ? poca fuerza de voluntad ?búsqueda de placer en la comida ? comida insana accesible en cualquier momento?la combinación perfecta para engordar. POR ESO HAY UNA ESTRECHA RELACIÓN ENTRE ESTRÉS Y OBESIDAD (Sinha and Jastreboff, 2013).

Sé consciente de esto y soluciona otros aspectos de la vida antes de ponerte a perder peso y frustrarte por no tener la fuerza de voluntad para no conseguirlo. No te pongas trabas a ti mismo antes de empezar el cambio. Por cierto, UN PROFESIONAL CONSCIENTE DE ESTO, TE PUEDE AYUDAR, Y MUCHO.

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